Eso dicen algunos, pero yo nunca he hecho caso de estas cosas. El mío me lo compré yo con toda la ilusión, siguiendo el consejo de mi profesora, con la idea de aprender y todavía uso el mismo. Tengo varias barajas maravillosas de distintos tipos de Tarot, pero prefiero el primero aunque esté muy usado.
Tengo uno que me lo regaló una amiga de mi madre, que era vidente y creía que yo debía tener su tarot, pero la verdad es que jamás lo he usado. Lo intenté muchas veces porque me daba ternura y me parecía algo especial el haber heredado un Tarot usado y con tantas energías. Lo cierto es que me daba mal rollo, me transmitía cosas negativas y me daba rechazo. Lo aparté hace un montón de años y uso el mío, el primero.
Yo creo que unas cartas se las hace uno mismo. Las elige uno mismo, las impregna de sus energías y las reconoce. Yo diría que las cartas nos hablan. Por otro lado, unas barajas nos gustan y otras no. Eso es como las personas, unas nos caen bien y otras no. Pienso que aunque quieras mucho a alguien, si te regala un Tarot que no te gusta, nunca te transmitirá nada.
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